
Si tuviera magia, con un hechizo convertiría tu dolor en alegría, tu cansancio en serenidad, tu malestar en paz. Eliminaría las barreras que nos separan esta noche (y tantas otras) y con el poder de mi amor te curaría las heridas y te acunaría hasta dormir. No tengo magia, pero tú sí. Porque desprendes magia pura cuando duermes y, tras el sueño, regresas más viva que nunca, a sonreír al nuevo día. Bajo esa carita de niña buena, se esconde una astuta estratega, que maneja como nadie el arte de renacer cada mañana, bañada en positividad y buen humor.
Por eso, mi pequeña salvaje, ya que no puedo tenerte hoy en mis brazos, te prestaré a Morfeo para que mezca en su abrazo dulce. Piensa un poco en mí cuando él te atrape, porque sólo son mis deseos envueltos en la magia de tu existencia...
1 comentario:
Yo no tengo magia ninguna, y solo me despierto de buen humor cada mañana porque sé que existes, porque sé que te veré, y por eso merece la pena vivir y, sorbretodo, sonreir.
Te adoro, mi ángel(K)
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