18 de enero de 2008

Aliento

Mi amor, mi vida, mi todo. Soy tan feliz desde que entraste en mi vida...me pasan tantas bonitas...y la gran mayoría, tienen que ver contigo.

Sueño con una realidad, me desato poco a poco de mis cadenas, aprendo de mis errores, me enamoro de los tuyos. Aunque el camino tiene rosas con espinas, hay más belleza que dolor y todo vale la pena, al fin y al cabo.

Una tarde-noche más, más tranquilas que el resto de la semana, hacemos vida propia, nos quitamos los disfraces un rato y besamos al amor que nos acoje. Se nos olvidan los dolores de cabeza, las tensiones y los agobios: lo único importante es beber ese té y saborear estos besos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Has mejorado mi ánimo, has borrado la tristeza de mi rostro y has calmado un poco mi sed de ti, de estar contigo. Echaba de menos una tarde como esta: tú, yo, y el mundo ajeno a nuestro amor. Gracias, por estar ahí, por soportarme y quedarte conmigo, a pesar de los pesares.
No tengo pegas, ninguna. Me has vuelto a dar la vida esta tarde. Te amo, cariño, te amo, te amo, te amo, te amo, te amo(K)