26 de marzo de 2008

Punto de apoyo

Arquímedes dijo hace muchos siglos: "Dadme un punto de apoyo, y moveré el mundo". Hoy, cuando escuché esta frase, inevitablemente pensé en ti. Pensé en tus manos pequeñas y fuertes, sujetándome en los temblores, levantándome en las caídas. Eres mi punto de apoyo hasta cuando hacemos el amor y, envuelta en tu cuerpo y en tu olor, me mareo y siento que viajo a otro mundo lejano, donde sólo conozco tu esencia rodeándolo todo. No pues hacerte una idea de lo necesaria que eres para mí: mis planes, mis sueños, todo lo inundas inconscientemente. Te necesito para mover mi mundo particular, para empezar a volar y dar vueltas sobre mis quimeras, consiguiendo realidades.
Y hoy, te necesito aquí, simplemente silenciosa y cercana. Para fundirme en tu alma que a veces se hace piel para mí. Para recorrer tus rincones y buscar mis pasiones en tu vientre. Para guarecerme de la noche abismal y que los miedos no me acechen. Para dejar de amarte en sueños y al fin tocarte. Tocar a mi amante, la que recuerdo y anhelo, la que desea cada fibra de este ser, la que me embruja cada día. Tú, siempre, mi punto de apoyo, mi amor...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hermoso!Gracias!