15 de marzo de 2008

Para la memoria

Aspiro el aroma de nuestro recuerdos. Ha sido un viaje mágico que no podré olvidar. Levantarme a tu lado, observar la Historia alzarse ante mí, rodeada de la belleza y de tu hermosa existencia, respirando el amor que nos tocó vivir gracias a la suerte.
No tengo palabras aunque mi cuerpo esté lleno de sentimientos. Mueves algo dentro de mí que es inexplicable; eres el ser más maravilloso de este universo; no cambiaría mi vida por nada, a pesar de los sufrimientos que puedan llegar, teniéndote todo es mucho más dulce y la vida es sólo un camino lleno de esperanza.

Odio que te hagan daño, incluso a veces me odio a mí misma por hacerte llorar, aunque no lo haga conscientemente. No sé cómo puedes ser tan buena, cómo puedes tratarme tan bien y hacerme sentir tan especial. No puedes darte cuenta de lo increíble que eres pero yo te veo, te admiro, te amo cada día un poquito más, porque me pareces sencilla a la vez que excepcional, porque comparto mi vida y mis sueños contigo, porque somos una.

Gracias por regalarme siete días maravillosos. Italia será siempre la cuna eterna del principio de nuestro amor.

1 comentario:

Anónimo dijo...

La Fontana di Trevi, la Capilla Sixtina, las miles de catedrales que hemos visto, con sus cúpulas y su infinita riqueza...ninguno de ellos, ninguno, se puede acercar a tu belleza, mi amor. Perdoname los malos ratos. Te agradezco los buenos, los mejores.

Cariño, que sepas que vamos a volver, más mayores y con un amor que habrá durado años...pero que conservará la magia del primer momento.

Ti amo, bella. Grace per tutto (K)