29 de diciembre de 2007

Lugares


No sé si hemos hecho nuestros los lugares o ellos nos han hecho suyas a nosotras. La dulzura de tu colchón, la solidez de la pared, la estrechez del ascensor, la oscuridad de los garages, la libertad de una habitación inglesa, los nervios de las casas ajenas y los sueños frágiles, la soledad de los parques, los baños que se vuelven paraísos, los autobuses y sus asientos pequeños, lo que el ojo ve y la mente obvia. Si los lugares hablasen...si nos revelasen los mil y un secretos que guardan sus mudas memorias; ellas dirían la verdad, nos sacarían los colores relatando cómo nuestros cuerpos se unieron, cómo nuestras bocas se buscaron con urgencia, cómo temblábamos por dentro y por fuera, cómo nos deseábamos, cómo nos dolía y nos encendía el miedo, cómo nos amamos. Cariño, debes saberlo, la ciudad es nuestra. Nuestra esencia está en todas partes. Aunque no haya gritado que te amo, te he amado en todas partes...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Amor mío, ¿qué te digo? ¿qué quieres que te diga, si me has dejado sin palabras? La ciudad será nuestra, pero yo soy solamente tuya.

Te amo, mi cielo, vuelvo a repetirte que no sé si te merezco. Te amo, mi cielo, te amo(L)