13 de diciembre de 2007

En el camino

Érase una vez un camino largo, largo, oscuro y peligroso. Yo intentaba ir andando, controlando el miedo, aprendiendo a no temer a ese destino incierto por el que avanzaba.
En un recoveco, apareciste tú: brillando como la estrella que eres, cegándome con la magia que desprendes. Y me cogiste de la mano, y me llenaste de fuerza, y juntas sonreímos.
Caminamos por ese sendero; ya nuestras almas no volverán a sentirse solas ni perdidas por muchos fantasmas que nos persigan, por muchas dudas que se ciernan sobre nosotras, tapándonos los rayos del sol.
Te agarro fuerte, nos duelen un poco las rodillas pero nos quedan sanos los labios y la vida corre por nuestras venas al ritmo de nuestra esperanza. Somos vida, somos corazón, somos luchadoras...y podremos con todo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pero sobretodo, porque somos una. Dos en un cuerpo, dos en un mismo corazón, dos en una misma alma...dos sonrisas en una...y un amor tan grande como el firmamento.

Te amo, mi ángel(K)