De sueños

Sueño que me esperas despierta, echada en la cama. La brisa nocturna enfría tus mejillas, tus ojos cerrados, tu boca en una mueca. Te observo y me derrito, llena de dulzura. Eres tan frágil, y a la vez, tan dura. Quiero acercarme a ti, apagar la luz y abrazarte; dormir enredada en ti, sabiéndome libre de cualquier miedo, segura entre tus brazos. Tu sonrisa iluminará la oscuridad. Tu voz me contará cuentos, espantará fantasmas, me encenderá por dentro. No tendré que anhelar tu cuerpo caliente y ávido, lo tendré al simple alcance de los dedos. Y tus manos podrán recorrer cada valle de verdad que necesita el calor de las palma de tus manos. Te susurro cuánto te adoro, me faltan las palabras, te beso y lo sabes todo. Esos besos se marcan en mi piel, cada vez los necesito más, como al aire. Cuando mis ojos me pidan clemencia y no pueda hacer más que descansar, nos arroparemos en el edredón de plumas, como un pequeño rollo de primavera. La vida estalla en nuestro pequeño universo. Mi corazón solloza al saber qué sólo puede imaginar, una noche más, que todo lo que ha creado, es sólo un dibujo al viento. Pero late, con esperanza, porque sabe...que alguna noche se hará cierto...