13 de septiembre de 2007

Ciega


Y es que me gusta de ti...hasta lo que no me gusta. Me gusta que vistas de negro y de blanco, incluso naranja y lila. Me gusta que te manches, te desnudes, te vistas. Me gusta tu sabor, tu olor, tu calor. Me gusta que me muerdas y que protestes. Me gusta que calles tanto como que hables. Me gustan tus miradas interesantes, las pícaras, las de enfadada y la de alegre. Me gusta que cantes y hasta que desafines (que nunca lo haces). Me gusta hasta lo que no me gusta, tus canciones. Me gusta hasta la envidia que le tengo a tu amante. Me gusta hasta desearte con dolor de tu ausencia, porque sé que te tendré después.
Y...encontrar pegas...es imposible. Porque me gusta discutir para luego reconciliarme; porque me gusta que te vayas para luego reencontrarte.
Lo sé, lo sé...me he vuelto ciega...por tu culpa... me cegaste de amor.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Está claro que abandonar la cordura por ti es lo más sensato, y separarme de ti sería una auténtica locura. Sin embargo, la locura más grande es amarte tanto como te amo, y sentirme libre...atada a ti

Te amo, mi locura(K)(K)