Siempre

Te miro cuando no lo sabes. Recorro cada surco de tu piel, memorizo cada centímetro, cada detalle de esos, tan tuyos, que conozco como si fueran míos.
Cada día que amanezco amándote, siento que mi vida tiene sentido y que la felicidad está tan dentro de mí como tú; quizá porque mi felicidad más profunda eres tú, simplemente.
Ya temo hasta que las palabras te sepan a poco, intento estirar toda mi imaginación para idear nuevas formas con las que sorprenderte y explicarte lo que siento; expresar, relatar esta maravillosa aventura...con todas sus subidas y bajadas, tantos momentos...es muy complicado, yo diría que casi imposible.
Una noche más, ante el anhelo de correr y abrazarte y besarte hasta que me sienta saciada de ti, me aferro a esta sutil poesía, que casi te susurro en un buenas noches. Como en cada una de ellas, siento mezclarse la alegría y la tristeza. Tanta alegría que quiero gritar y que me hace sonreír como una tonta, y tanta tristeza, con sabor a miedo, porque no quiero que esto acabe jamás.
Dime que crearemos un siempre y que en él este verano será eterno...