Mira que te he tenido abandonada...estresada y perdida entre silencios. Sabes que eres lo primero, perdona por no demostrártelo todo el tiempo que debo. No caben entre mis manos toda la grandeza que te mereces, pero en mi sencillez puedo darte todo lo mejor de mí, aunque a veces también recibas lo peor. Es maravilloso tenerte, hablar contigo y pasar las tardes a tu lado. Mi vida está llena de ti, cubierta de nuevos colores desconocidos. Eres un tesoro tan preciado para mí, que a veces te guardo con tanto celo que te lleno de oscuridad. Perdóname, mi niña preciosa. Regálame tu amor, ten paciencia y disfruta de los buenos momentos.
En este tiempo de caos, es nuestra salvación: saber que todo pasará y vendrá el verano para besarnos cuando caiga la tarde.
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